Visualmente es poderosa, no hay duda, y la música de Jocelyn Pook es estupenda, sugestiva y envolvente. Ha conseguido que no se eche de menos al gran Alberto Iglesias, lo cual era realmente difícil.
Las interpretaciones también me han sorprendido en positivo; esta chica, Manuela Vellés, además de guapa, es realmente expresiva y creo que recogerá el Goya revelación. Los secundarios (la Rampling, Lluis Homar, Bebe, el chico saharaui, "Anglo",...), muy correctos o muy bien incluso en el caso de Bebe, que por mí también optaría al Goya de actriz de reparto.
Con respecto a la controvertida secuencia final, sin desvelar nada, no cabe duda que es sorprendente y arriesgada, y por ese detalle la valoro en positivo, pero también es algo desconcertante porque no tiene demasiado que ver con el resto de la película, salvo por un detalle "místico" (la madre de todos los "hombres buenos"...). Tengo sentimientos encontrados con ese final, por tanto, porque como digo es impactante y sorprendente, pero también algo maniqueo y simplista, con el que Médem además ha renunciado a una conclusión más coherente con una película introspectiva y poética, que perfectamente podría haber terminado de otra forma...
En definitiva, sensaciones encontradas en general, lo cual es lógico y bueno en cualquier expresión artística, y el cine no tiene que ser una excepción. Pero la tendencia general dentro de estos sentimientos encontrados es positiva.
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