lunes, 29 de octubre de 2012

Tres colores: azul (1993) - Kieslowski


Aquí Kieslowski deja atrás el lado nacional y se sigue adentrando en el alma humana tal como lo hacía en su famoso Decálogo.
Consigue crear un conjunto perfecto, une la fotografía, la narración, los personajes en una película irrepetible, crea un lenguaje único y especial de narración donde el silencio es el máximo protagonista de la película y servirá para poder adentrarse en el alma de esta mujer destrozada tras la muerte de su marido y de su hija.
La película se adentra en el alma de esta mujer y Kieslowski consigue crear un poema, una obra inusual donde el color azul se encuentra prácticamente en cada escena y donde las palabras están casi calculadas pero cada escena está genialmente estudiada y cada ángulo sirve para reflejar el interior de esta mujer destrozada por la vida.
La poesía de la mirada de Binoche es irrepetible, se va adentrando poco a poco en su personaje hasta que se siente su angustia y desesperación ante los nuevos golpes que la vida le da.
La película muestra el lado duro de la vida y de cómo el carácter se adquiere a un precio muy caro.
Aunque intentemos huir del pasado, éste siempre nos perseguirá, más tarde nos tendremos que enfrentar a él.
Una película para aquellos amantes del arte, a mí me ha cautivado, simplemente me ha hipnotizado, una obra conjunta casi perfecta donde todos los elementos forman un film único.

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