viernes, 28 de diciembre de 2012

La vida soñada de los ángeles (1998) - Érick Zonca


Tiene esta magnífica película francesa muchos puntos en común con aquello que se convino en llamar la "nouvelle vague" allá por los 60: es una ópera prima tras la que se descubre a un cineasta con talento, amante del riesgo y que con poco dinero, unas grandes interpretaciones (la de Bouchez es asombrosa y soberbia) y mucha verdad en un argumento dramático, quizás hasta trágico (ya determinado por el propio caracter tristemente intimista, de naufragio en el que una buena cara, una mueca de sonrisa provocada posiblemente por el cannabis no esconden el descarnado relato de una soledad, que quiere dejar de serlo: el fantástico personaje de Bouchez), pero nunca trascendentalizado, solo expuesto desnuda y calidamente, con la solidez que dan una historia original y la falta de ataduras. "La vida soñada de los ángeles" -precioso título- es cine dónde los pequeños detalles son de celuloide verdadero y pleno, trozos de vida desparramada, un retrato de dos almas tan gemelas (solitarias) como antagónicas, con la tristeza que da el paso del tiempo, la falta de un asidero robusto al que acogerse, la utopía como telón de fondo. Al menos, son seres libres y Bouchez en concreto un alma angelical, inmaculada, fascinante. Y la película no es tampoco de un pesimismo lacerante, ni mucho menos, sino la explicación de un círculo vicioso en estos dos ángeles (spoiler).
Película excelente, muy sólida y convincente, tiene momentos argumentales memorables en toda la historia de Bouchez y la niña en coma (la lectura del diario, la continuación de éste, las visitas al hospital, la recuperación de la niña...). Un film hondo y magnífico.


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