'Sin perdón' es un personalísimo y crepuscular film que se distancia de
títulos como los de Leone y Ford dando a sus personajes una profundidad
jamás vista en el western. Esto es lo más maravilloso de 'Sin perdón':es
muy difícil juzgar a los personajes. Tanto que el espectador se pasa
toda la película tratando de averiguar quién es el bueno y quién es el
malo, para al final darse cuanta que -como en la vida real- el ángel y
el demonio crean un todo. Y por si fuera poco, Clint Eastowood, Morgan
Freeman y Gene Hackman bordan sus papeles.
Clint Eastwood se superó a sí mismo filmando la desesperación que
produce no poder huir de tu destino, no poder enterrar tu pasado, no
poder dejar de ser quién eres. Esto ya ha sido explorado en incontables
ocasiones ("Retorno al pasado", "Atrapado por su pasado", "Una historia
de violencia"...), pero quizás aquí se nos presenta de una forma mucho
más cruda. Desde el punto de vista estético, es muy agradable de ver.
Desde el punto de vista del interés cinematográfico, es sublime, tanto
en realización como en dirección.
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