Un OVNI llega a La Tierra y
aterriza en Washington D.C. causando pánico y terror entre sus
habitantes. Ante esta inesperada situación se moviliza al ejército que,
desconociendo la intención de sus tripulantes, acaba rodeando a la nave
espacial ante una posible hostilidad por su parte. De la nave sale un
extraterrestre llamado Klaatu (Michael Rennie) y les hace saber que
vienen en paz. A pesar de su buena voluntad Klaatu es herido por el
ejército y llevado posteriormente detenido a un hospital militar para
interrogarlo.
Primera y brillante incursión cinematográfica del prestigioso Robert
Wise en el género de la ciencia-ficción en base a una historia de Harry
Bates, la cual nos relata la llegada de un emisario de origen
extraterrestre que arriba a La Tierra para advertir a todos sus
habitantes y a sus respectivos gobiernos de las terribles consecuencias
de su descontrolada escalada y expansión nuclear por el espacio
exterior.
Por tanto hay que decir que “Ultimátum a la Tierra (The Day the Earth
Stood Still)” es sin duda todo un clásico de género que se filmó en
plena guerra fría y que a diferencia del resto de las producciones de
aquella época tuvo la idea original de mostrar lo benigno y sociables
que pueden llegar a ser nuestros vecinos los extraterrestres, algo que
no volvería a suceder hasta veinteiséis años después, cuando Steven
Spielberg estrenó “Encuentros en la tercera fase” en 1977.
Lo mejor de la película además de su argumento adaptado por el guionista
Edmund H. North, radica en la concepción de sus personajes principales,
mostrándonos a un excelente Michael Rennie que cumple con creces su
papel de un emisario que intenta hacer llegar su mensaje a todos los
mandatarios del mundo desde un primer momento a través de un
representante gubernamental en las inolvidables secuencias de su
estancia en el hospital, y posteriormente y de manera poco ortodoxa con
el profesor Barnard (Sam Jaffe) en su casa mediante la resolución de
una ecuación matemática en la cual el ilustre profesor estaba trabajando
y haciendo uso a través de una demostración de fuerza “no dañina” a
escala mundial, interrumpiendo el suministro eléctrico durante media
hora para que los humanos atienda a su urgente demanda.
Se puede decir que en esta película se muestra de manera clara y un
tanto contundente la ignorancia y la estupidez que podemos llegar a
tener lo seres humanos incluyendo a los militares de turno cuando no
sabemos como reaccionar ante un supuesto acontecimiento como este, y más
aún, de todas las fatales consecuencias que pueden derivar de ello
cuando se actúa con desconfianza sin ni siquiera dar el beneficio de la
duda de quien desconfiamos.
Con estos comentarios no quiero decir que sea una película que denuncie
la xenofobia, la violencia y la estupidez humana (por así decirlo)
cuando se creen que vayan a ser invadidos por una supuesta civilización
hostil, sino que es toda una magistral lección de que se puede aprender
de otras culturas y civilizaciones externas.
La idea es desterrar nuestros miedos e inquietudes y aceptarlos tal como son o en caso contrario atenerse a las consecuencias.
La idea es desterrar nuestros miedos e inquietudes y aceptarlos tal como son o en caso contrario atenerse a las consecuencias.
Por tanto “Ultimátum a la Tierra” es por tanto un alegato a favor de la
razón y la lógica frente al miedo y la inquietud, de que siempre tiene y
ha de haber entendimiento para que exista la paz y la seguridad entre
todas las culturas y civilizaciones, de que el uso de la fuerza y de que
la violencia no siempre es la mejor solución para resolver las
diferencias, ya sean entre los de nuestra especie o la de nuestros
vecinos interplanetarios. Una película de obligada visión por todos los
aficionados al género.
fuente: alohacriticon.com

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