Película de suspense con seres más o menos indefinidos que beben sangre. E
Hay algún defectillo, en esta vida nada es perfecto, pero sus múltiples logros y virtudes son más y ganan la batalla. Por un lado disponemos de una película con una gran atmósfera en la que el miedo deja paso más a la desesperación y la tensión que al miedo mismo, la localización es cojonuda, en la que a veces se vislumbra hasta un western, también hay pases muy contundentes y todo esta filmado con bastante sobriedad y efectismo. La banda sonora es destacable ayudando a crear ambiente y los malos son correctos pero yo les daría otro aspecto menos ejecutivo. Amen de contar con un maduro y potente Josh Hartnett.
Lo malo son los ritmos, en ningún momento da la sensación de que pase el tiempo y menos los treinta días famosos y hay veces que parece que la peña juega a la pilla o al escondite...
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