miércoles, 15 de agosto de 2012

Solo ante el peligro (1952) - Fred Zinnemann


Un héroe sufriente, casi desencajado, sudoroso, en un pueblo carente de valor y pobre de valores (con alguna honrosa excepción políticamente correcta: el sacerdote, el adolescente ingenuo, el tuerto de taberna, para darle un toque de grandeza al ser más aparentemente alejado de lo heroico, y, claro, la propia mujer, espoleada por la ex amante y capaz de traicionar sus más íntimas convicciones por amor, ¡qué bonito!). Lo mejor: la estampa de Gary Cooper recorriendo las calles en busca de ayuda, rodeado de relojes y destilando, gota a gota, cada segundo de tiempo real en celuloide; la grúa que se aleja, recorriendo el camino que va del primer plano a la más completa soledad del marshall, minúsculo en el centro del poblado. 
"Solo ante el peligro" no es únicamente uno de los mejores western, sino que es una de las mejores películas de todos los tiempos. 

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