martes, 3 de abril de 2012

Camino a la perdición (2002) - Sam Mendes


En 1999 nos sorprendió un joven director llamado Sam Mendes con su ópera prima titulada "American Beauty", una cinta que consiguió el Oscar a la mejor película de ese año, y en la que contaba su desgarradora visión de la sociedad americana. En ese momento, muchos pensaron que se trataba de un éxito casual ya que muchas veces cuando un artista triunfa con su primera obra no sé sabe muy bien si ha sido algo fortuito o si, por el contrario, se está ante el futuro brillante de un cineasta. Con "Camino a la perdición", su segunda película, Mendes consigue romper con la posible casualidad que le llevó a conseguir las preciadas estatuillas confirmándose así como un firme y prestigioso director. Ahora cambia totalmente de género y nos ofrece un film basado en una novela gráfica del año 1998, una historia de gángsters, reavivando de este modo este género ya casi olvidado desde que Coppola hiciera la saga de "El Padrino".
Una película que huele a clásico allá por donde la mires: el género, la fotografía, la ambientación, la historia,...; todo, y además a Oscar. Una dirección soberbia con unas interpretaciones asombrosas, que como en la mayoría de films de este tipo, todo gira en torno a una familia, justamente en el momento en el que un niño descubre el "trabajo" que realiza su padre; a partir de aquí, surgirán una serie de sentimientos (traición, lealtad, amor, humor, miedo) a través de un viaje que ambos emprenderán simbolizando la huida y el arrepentimiento del padre que busca la venganza y que el futuro de su hijo sea "limpio" aunque en su camino tenga que derramar sangre.
"Camino a la perdición" además nos habla de la fuerza de la paternidad a través de dos padres, Paul Newman y Tom Hanks, que tienen cada uno por separado unas relaciones con sus hijos muy distintas. La de Paul Newman está llena de odio y maldad mientras que la relación paterno filial entre Tom Hanks y su vástago es más tierna y esperanzadora en la que el padre quiere que su hijo elija otro camino en la vida y no el que ha elegido él. Para explicar este contenido tan profundo, Mendes utiliza todos los recursos que puede para crear un buen film y los explota alcanzando una adecuada ambientación, una brillante fotografía y una magistral banda sonora que hace que la historia se vea más clara. Una estética muy lucida conseguida con unos encuadres perfectos de gran belleza visual (miradas a través de rendijas, reflejos en los espejos,...) dando una lección de puesta en escena (sobre todo en las secuencias de la lluvia) con un soberano manejo del plano fijo (la presentación del fotógrafo Maguire, la escena final).
Además de todo esto, se añade un reparto casi prodigioso compuesto por Tom Hanks que se mete en la piel de un personaje muy contenido y muy difícil de interpretar ya que reúne en uno solo la dureza y la vulnerabilidad, y que el actor refleja a través de la sobriedad de su rostro y la expresividad de su mirada, la verdad es que está magistral; al igual que un monstruo de la interpretación como Paul Newman, un camaleónico Jude Law y una joven promesa como Tyler Hoechlin al que le guarda un futuro prometedor. "Camino a la perdición" es una auténtica obra maestra que contiene muchas imágenes que seguro que dentro de muchos años todos aquellos que las hayan disfrutado seguirán recordando, esperemos que el director siga con esta racha y nos siga deleitando y sorprendiendo como lo ha hecho hasta ahora.
fuente: escena.ya.com

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