El hombre que nunca estuvo allí es Ed Crane (Billy Bob Thornton), un silencioso barbero que, cigarrillo tras cigarrillo, consume su vida de la peluquería (donde trabaja con su cuñado) a casa, en el californiano barrio de Santa Rosa a finales de los años cuarenta hasta que un día descubre que su esposa Doris (Frances McDormand) le es infiel. Crane, en el fondo es un soñador, y tratará de aprovecharse de la situación, en un intento por despegarse de la monotonía que le rodea. Billy Bob Thornton labra una interpretación realmente memorable, sobre todo teniendo en cuenta la dificultad de un papel casi sin diálogos (prácticamente nos lo cuenta todo en off) donde ese rictus de seriedad y su penetrante mirada son primordiales. No puede decirse lo mismo de su compañera de reparto, Frances McDormand, a la sazón esposa del director, Joel Coen. Muchas veces el amor ciega a los directores y les impide darse cuenta de un hecho tan importante como que el que ellos se acuesten con la protagonista, no implica necesariamente que ella sea buena actriz (algo parecido, quizá aún más flagrante, le ocurre a Roberto Benigni con Nicholetta Braschi). Asesinatos, juicios, muchos cigarrillos, sombreros de ala ancha, la música de un piano, OVNIS (¡!)....No en vano, los hermanos dicen haber tomado como referencia varias películas: Perdición (Billy Wilder, 1944), Alma en suplicio (Michael Curtiz, 1945) y El cartero siempre llama dos veces (Tay Garnett, 1946). Yo no he visto ninguna de ellas, pero el plano en el que Ed y Doris vuelven de una boda en el coche, me trajo a la memoria Retorno al pasado (Jacques Tourneur, 1947) y la aparición de un cadáver hundido en un lago con su coche a La noche del cazador (Charles Laughton,1955). Pese a todo esto, la película es tanto o más personal que sus anteriores obras, basándose en los pilares de siempre: un sólido guión (que como siempre, firman ambos hermanos), unos personajes secundarios que aunque estereotípicos, están perfectamente construidos, desde el excelente Jon Polito, otro habitual, (el típico charlatán que recorre América estafando a todo el que puede) hasta Michael Badalucco, que interpreta al cuñado de Crane, sin olvidarnos de Tony Shalhoub (un presuntuoso abogado de la ciudad) y Scarlett Johanssen, en el papel de una lolita vecina de Crane que le viene al pelo; y por supuesto su inconfundible humor y alguna que otra salida de tono que, para mal o para bien, definen un estilo inimitable.
fuente:miradas.net

No hay comentarios:
Publicar un comentario